*La siguiente reseña apareció, originalmente, en Mi nueva edad:
https://www.minuevaedad.com/actualidad/2017/8/2/el-libro-del-mes-el-tambor-de-hojalata/
Título:
El tambor de hojalata
Autor:
Günter Grass
Editorial:
Alfaguara
Número
de páginas: 660
Año:
1959
Escribir
después de la barbarie sobre la barbarie
El tambor de hojalata
es ya un clásico de la literatura del siglo XX, a la altura de cualquier otra
obra inmortal. Lo traigo a este escaparate porque, de las cinco veces que lo he leído, tres
fueron en tiempo estival. Entiendo que la densidad de su relato, y el largo recorrido
de sus páginas, lo convierten en una lectura ideal para el tiempo de calma
vacacional, en donde puede ser degustado con atención.
Günter Grass
compone, en esta su primera novela, un texto que se lee con voracidad y
entusiasmo. Los códigos narrativos del autor, originales y personalísimos,
consiguen que el lector se inmiscuya en el libro hasta el extremo de crear una
complicidad tal con lo narrado que, muchas veces, parecería que está hablando
en privado con el escritor.
Esta
familiaridad es una de las marcas de autor de Grass, y podemos deleitarnos con ella gracias a la versión española
de Miguel Sáenz, un traductor tocado
por un estado de gracia a la hora de convertir las palabras del alemán a
nuestro idioma. Así pues, disfrutemos de esa ventaja que no poseen las
traducciones en otras lenguas. Sáenz
ya había traducido antes diferentes obras de Grass, pero no El tambor de
hojalata. Con motivo del 50
aniversario de la publicación de la obra, Alfaguara presentó en 2009
la nueva traducción de la novela, que revive y moderniza la traslación original
de Carlos Gerhard, que ya de por sí
era magnífica.
Puede
que algunos, con motivo de la concesión del Premio Nobel en 1999, se
hayan aproximado a alguna de las novelas posteriores de Günter Grass. La mayoría también son excelentes, y algunas resultan
tan obras maestras como este Tambor de
hojalata. Sin embargo, para conocer a Günter
Grass hay que enfrascarse en este libro, porque es un pedazo de la historia
de la vergüenza de la humanidad y, a la vez, de toda su esperanza.
Son
las aventuras de Oscar Matzerath,
que discurren por la Polonia y la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, las peripecias de un pícaro que entronca directamente con el Lazarillo de Tormes. No en vano, cabe recordar aquí, que el
hispánico género de la picaresca fue adoptado en la literatura alemana con
mayor entusiasmo que en ninguna otra. Y será esa picaresca, cargada de
inteligencia, el único medio que, en los peores momentos, puede llevar a la
supervivencia.
El
principal escenario de la novela es la polaca ciudad de Gdansk, lugar en donde se desencadenó el inicio de la Segunda
Guerra Mundial. Danzig, para los
alemanes, se convirtió en la excusa para invadir Polonia. Desde el acorazado Schleswig-Holstein, comenzó el
bombardeo de la ciudad. Algunos sucesos clave de estos primeros días de la
contienda, como la toma del edificio del Correo
Polaco, tienen un papel determinante en la novela.
Grass
devuelve la grandeza a la novela alemana con un volumen repleto de personajes
inolvidables: por sus páginas se pasean miserables, estrafalarios,
desaprensivos, héroes y villanos, sumergidos todos ellos en los años más
terribles de la historia de Europa. Consigue
que se pueda escribir sobre el desastre desde el punto de vista de los
perdedores y aborda temas especialmente dolorosos en la conciencia colectiva
alemana. Destruye la máxima de Theodor
Adorno, que manifestó aquello de “no
se puede volver a escribir poesía después de Auschwitz”.
Günter
Grass escribe de nuevo tras la barbarie, precisamente para denunciar la
barbarie. No se trata de poesía, pero es un trabajo narrativo cargado de
lirismo. Es una declaración de supervivencia. Y es que, quizás, sólo con el humor y un acusado sentido del esperpento y la ironía, uno puede defenderse de amenazas tan terribles como el nazismo. Y sobrevivir a ello.
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