martes, 4 de junio de 2019

Tren noctuno-Martin Amis


Título: Tren nocturno
Autor: Martin Amis
Editorial: Anagrama
Número de páginas: 170

Año: 1997

Habilísima reescritura de todo un género
El británico Martin Amis alcanza con Tren Nocturno, la novela que recomendamos como libro del mes de junio en Mi Nueva Edad, la cumbre de su narrativa. Nunca antes escribió tan bien. Nunca después, al menos hasta el momento, ha vuelto a hacerlo.
Todo en Tren nocturno señala a un escritor en estado de gracia, y eso lo nota el lector desde el principio. Los aciertos narrativos se suceden, desde la estructura elegida para hablarnos de la investigación criminal alrededor del presunto suicidio de Jennifer Rockwell, que aparentemente llevaba una vida perfecta, un matrimonio perfecto, con un trabajo ideal, en el seno de una sociedad norteamericana que representaba para ella la culminación del Sueño Americano y la exacerbación del American Way of Life.
El personaje protagonista, Mike Hoolihan, la mujer detective encargada de llevar a cabo la investigación del suceso, es una de esas personalidades inolvidables que a veces aparecen en las páginas de la Gran Literatura. La ambientación que Martin Amis consigue, incrustando a la detective en un mundo de perfección que zozobra ante la posibilidad de un suicidio inexplicable, es otro de los golpes maestros del libro.
Nada como el género negro para poner al descubierto los males de la sociedad, esos que se quieren ocultar; la novela detectivesca, desde Chandler a Ellroy, pasando por Hammett, destapa las miserias de la sociedad americana y, con Tren nocturnoAmis también lo consigue.
Sin embargo, Tren nocturno es la deconstrucción del género, nada es como debería ser en una novela negra, y sin embargo cumple con todos y cada uno de sus objetivos. Aparecen los personajes y motivos habituales del género: el detective, la víctima, la mujer fatal, el escenario del crimen, el arma, el principal sospechoso…, sin embargo, todos experimentan un cambio de rol, se desfiguran a voluntad de Amis para configurarse, de nuevo, desde otro punto de vista sorprendente.
La novela Tren nocturno es una novela incómoda para el lector, indicada especialmente para aquellos a quienes les gusta formularse preguntas. Muchas de esas preguntas tienen una respuesta difusa, poco agradable o, simplemente, no se pueden contestar.
Indudablemente, no nos encontramos ante una novela más, ni se trata de una novela de género al uso. Tal vez ni siquiera sea una novela de género, aunque su autor trate de hacérnoslo creer. Y en esto radica la fascinación que ejerce la lectura del Martin Amis de Tren nocturno. Una fascinación consistente en revolvernos el cuerpo y alterarnos el espíritu, en poner boca abajo todas las certezas y hacernos reflexionar sobre el mundo que nos rodea.
Todo eso puede conseguir una novela, si es buena. Y vaya si Tren nocturno lo consigue

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