sábado, 9 de junio de 2018

La princesa prometida-William Goldman


*Esta reseña apareció en Mi Nueva Edad:
https://www.minuevaedad.com/actualidad/2018/6/4/el-libro-del-mes-la-princesa-prometida/

Título: La princesa prometida
Autor: William Goldman
Editorial: Ático de los Libros
Número de páginas: 390
Año: 2018

Cuento para adultos, novela para niños

Estamos ante un festival de la fantasía, el compendio casi perfecto de lo que debería ser un libro de aventuras en su idea más clásica: reinos imaginarios, historias de piratas, princesas y príncipes, forzudos, enanos, condes…, y por supuesto el espadachín español Iñigo Montoya movido por el deseo de vengar la muerte de su padre.
La novela, escrita en 1973 por William Goldman, es un retruécano narrativo, un guiño a todas esas historias de tradición oral que han conformado los cuentos que hemos escuchado en nuestra infancia y que han alimentado los sueños. De hecho, el subtítulo de la obra advierte: “Relato clásico de amores verdaderos y grandes aventuras escrito por S. Morgenstern”.
Porque en S. Morgenstern, el presunto autor de La princesa prometida, se esconde el propio William Goldman, padre, entre otras novelas de éxito, de la trepidante Marathon Man (a años luz del universo de La princesa prometida) o de los guiones de películas inolvidables como Dos hombres y un destinoTodos los hombres del PresidenteUn puente lejanoEl indomable Will Hunting...
La princesa prometida presenta una estructura muy interesante: el padre de un ficticio William Goldman le narró, cuando niño y durante una larga convalecencia, el libro de S. Morgenstern, consiguiendo que adore esa historia que tiene para él un magnetismo especial. Sin embargo, ya de adulto, Goldman trató de leerlo, pero se encontró con un texto aburrido y pesado, que además tampoco entusiasmó a su hijo, que fue incapaz de pasar del primer capítulo.
Desde este momento se monta una nueva ficción dentro de la ficción. Goldman comprende que el libro de Morgenstern era fascinante para él de pequeño por la complicidad y la atmósfera que se creaba cuando se lo contaba su padre, por lo que decide reescribir la historia atendiendo solo a las partes divertidas (tal y como hizo su propio padre cuando le contó la historia) y que de esa manera pueda divertir ahora a su hijo.
En este punto, se construye narración sobre narración, un escritor dentro de otro, un padre contenido en otro padre y un hijo que escucha y que es la prolongación del otro niño que escuchaba. Un juego de espejos meta literario que desencadena La princesa prometida, historia de S. Morgenstern, pasada por el tamiz de Goldman, que así crea una novela de acción, romance, aventuras y fantasía que, además, se convirtió en una película de culto, pero esa es ya otra historia.
La magia de Goldman alcanza, incluso, hasta ser capaz de proporcionarle un final ingenioso a la novela, dado que la deja abierta para que sea el lector quien pueda imaginarse el desenlace que mejor le convenga. Además, la magnífica edición que acaba de publicar el Ático de los libros incluye “El bebé de Buttercup”, una especie de epílogo que se publicó con motivo de la edición conmemorativa del 25 aniversario, e incluye las introducciones del autor a esa misma edición y también a la del 30 aniversario.
Sin lugar a duda, nos encontramos ante un libro mágico, un cuento para adultos y una novela para niños, porque está confeccionado con el recuerdo de las historias que nos contaban nuestros padres. Y no existe recuerdo más sabroso que el de la infancia. En ese sabor imperecedero radica el éxito de La princesa prometida.

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