*Esta reseña apareció en Mi Nueva Edad:
https://www.minuevaedad.com/actualidad/2018/1/3/el-libro-del-mes-calle-este-oeste-de-philippe-sands/
Título:
Calle Este-Oeste
Autor:
Philippe Sands
Editorial:
Anagrama
Número
de páginas: 601
Año:
2017
Deslumbramiento y congoja
El
primer libro que recomendamos en Mi
Nueva Edad para el año 2018 es una de esas obras maestras que no suelen ser
fáciles de encontrar. Calle Ese-Oeste ha sido elegido como
el libro del año 2017 por el sitio Achtungmag.com.
Aunque al final de este artículo os dejo un enlace a la crítica de ese medio,
para que en mayor profundidad podáis consultar los motivos que hacen importante
el texto, ahora voy a dedicar unas líneas especiales para vosotros, lectores de
Mi Nueva Edad, comentando las virtudes que lo convierten en una lectura crucial
y en la mejor forma de comenzar el año leyendo.
Philippe Sands
es profesor de Derecho Internacional y abogado. Por ese motivo, y por la
importancia que los temas tratados en Calle Este-Oeste han tenido
directamente sobre su familia, elige precisamente hablarnos de las vidas de
tres personas: son tres abogados, pero de carácter bien diferente. Asistimos a
las biografías de Hersch Lauterpacht, Rafael Lemkin y Hans Frank. ¿Quiénes son? ¿En qué radica su importancia?
Hersch Lauterpacht, nacido en lo que ahora es Ucrania, fue el
introductor de la figura jurídica de Crímenes
contra la Humanidad, mientras Rafael Lemkin, a quién podríamos considerar
polaco, acuñó el término de Genocidio.
Sobra mencionar la descomunal importancia que ambos términos han tenido en la
segunda mitad del siglo XX, gracias a los cuales se ha podido condenar a
numerosos estadistas, políticos y funcionarios. Se puede afirmar que, después
de estos conceptos, los Estados ya no pueden disponer impunemente de sus
ciudadanos.
Por su parte, el alemán Hans Frank fue jurista y ministro de Hitler, con
el peor de los cargos: Gobernador
General de la Polonia ocupada. Es decir, su cometido era poner las leyes a
disposición de la maquinaria que permitió Auschwitz,
el Holocausto, las ejecuciones sumarias y la limpieza étnica.
Sands presenta la vida estos tres personajes, aderezada, además, con una
indagación sobre el destino de su propia familia, víctima de las leyes y de la
administración de Hans Frank, en 601 páginas repletas de sinceridad y
fascinación. Nos lleva de la mano hasta los Juicios de Núremberg, en donde Frank fue condenado a la horca y el
término de Crimen contra la Humanidad tuvo un papel determinante
en la resolución del proceso. Sin embargo, Lemkin no consiguió que el Genocidio fuera incluido en aquellos
cargos de una forma definitiva. Aun así, la ONU sí que lo reconoció poco
después.
Calle Este-Oeste es un brillante
trabajo biográfico, pero también es un libro que mediante la investigación y la
indagación busca encontrar la verdad. Y encontrando esa verdad consigue dar voz
a los millones de víctimas del régimen nazi, honrarlas y recordarlas. El grosor
del volumen podría provocar, en principio, un más que justificado reparo, pero
desde la primera línea del libro el asunto se presenta tan bien llevado,
narrado de una manera tan sencilla y atractiva, que se hace corto y resulta
asequible para cualquier paladar lector.
Sin ningún lugar a dudas, nos encontramos ante uno de esos trabajos
llamados a marcar un momento determinante en nuestras lecturas, que debe ocupar
un lugar destacado en nuestra biblioteca. Es posible que algunos hubiéramos
oído hablar de Hans Frank, pero seamos sinceros: ¿quién, sin ser un experto,
conocía las figuras de Lauterpacht y Lemkin? Así, el libro destapa una riada de
información sobre algunos acontecimientos que han configurado nuestro tiempo,
en especial el Juicio de Núremberg, ante
los que no podemos volver la cabeza o continuar ignorándolos. Porque, nos guste
o no, somos hijos de todo aquello.
Calle Este-Oeste deja un fogonazo
deslumbrante tras su lectura, pero también aprisiona el corazón con una garra.
Deslumbramiento y congoja, las dos sensaciones características de aquellas
obras, de esos libros, que están llamados a marcar un tiempo. Y hemos tenido la
suerte de que Calle Este-Oeste ha aparecido en nuestro tiempo. Léanlo.
Aquí, os dejo el enlace a la
crítica del libro del año de Achtungmag:
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